domingo, 17 de agosto de 2008

COSMOVISION MAYA



Por Adolfo Carrillo Aguirre

Siguiendo el texto del Popol Vuh, es de comentar que el mundo oculto de nuestros antepasados, se dice que fue devalado por “la abuela y el abuelo” Ixpiyacoc e Ixmucané.

Ellos son llamados en sus historias como “amparadores y protectores”, y con sus relatos pusieron a caminar la historia del origen de la vida. Ellos narraban en la noche obscura en donde se ve la claramente el fuego de la vida.

Y esos abuelos con esa su gran voz, como aquellos que hablan, describían y relataban la formación del cielo y la tierra; y de cómo fueron formados y repartidos en cuatro partes, con aquella “cuerda de medir…. que fue extendida en el cielo y en la tierra, en los cuatro ángulos, en los cuatro rincones, como fue dicho por el Creador y el Formador, la madre y el padre de la vida, de todo lo creado, el que da la respiración y el pensamiento, la que da a luz a los hijos, el que vela por la felicidad de los pueblos, la felicidad del linaje humano, el sabio, el que medita en la bondad de todo lo que existe en el cielo, en la tierra, en los lagos y en el mar”.

Vemos que en ese libro sagrado resplandece la historia de aquel panteón de sus divinidades. Dan cuenta de: “Tzacol, Bitol, el Creador y el Formador; Alom, la diosa madre, la que concibe los hijos, de al, hijo, alán; Qaholom, el dios padre que engendra los hijos. Son el Gran Padre y la Gran Madre, que estaban en el cielo. Tepeu y Gucumatz, los progenitores, este ultimo la serpiente cubierta de plumas verdes, (de guc, en maya, kuk, plumas verdes, de quetzal por antonomasia, y cumatz, serpiente; versión quiché de Kukulkán, el nombre maya de Quetzalcóatl, el rey tolteca, conquistador, civilizador y dios de Yucatán durante el período del Nuevo Imperio Maya. Y Hunah pú, que en el sonido de la palabra maya se pronuncia Hunab Ku, "el único dios", aquel de que se servían para designar al dios principal del panteón maya, que no podía representarse materialmente, por ser incorpóreo. El Cazador Divino, Hunab Ku encerraba una idea abstracta, la de un ser espiritual y divino.”

Así, contaban el abuelo y la abuela que en “el origen todo estaba en suspenso, todo en calma, en silencio; todo inmóvil, callado, y vacía la extensión del cielo. No había nada dotado de existencia”. Contaban que “sólo el Creador, el Formador, Corazón del Cielo, los Progenitores Tepeu, Gucumatz, estaban en el agua rodeados de claridad, como grandes sabios y grandes pensadores. Y estos Progenitores con la magia de la palabra, de la meditación conjunta, en la oscuridad, en la noche, se pusieron de acuerdo. Y mientras meditaban, amaneciendo apareció el hombre.”

Seguían narrando que esos Creadores y Formadores dispusieron la creación, el nacimiento de la vida y la creación del hombre. Y exclamando “¡Hágase así! ¡Que se llene el vacío! ¡Que esta agua se retire y desocupe [el espacio], que surja la tierra y que se afirme! Y dijeron. ¡Que aclare, que amanezca en el cielo y en la tierra! No habrá gloria ni grandeza en nuestra creación y formación hasta que exista la criatura humana, el hombre formado.”

Se señala en el Popo Vuh que “Toda la creación de las formas del mundo fue obra de Corazón del Cielo, del Corazón de la Tierra, que así son llamados los que primero la fecundaron, cuando el cielo estaba en suspenso y la tierra se hallaba sumergida dentro del agua.”

Así, podemos observara que el mundo nació de una meditación de sus dioses. Pero estaba incompleto, según lo observaron los Creadores y Formadores. Y se preguntaron: “¿Sólo silencio e inmovilidad habrá bajo los árboles y los bejucos? Conviene que en lo sucesivo haya quien los guarde.” Así también, meditando y poniéndose de acuerdo crearon los animales y las aves. “Y a estos le dijeron -- Hablad, gritad, gorjead, llamad, hablad cada uno según vuestra especie, según la variedad de cada uno. Digan sus nombres alabadnos a nosotros, al Corazón del Cielo, el Corazón de la Tierra, el Creador, el Formador, los Progenitores, adoradnos!. “Pero no se pudo conseguir que hablaran como los hombres; sólo chillaban, cacareaban y gramaban; no se manifestó la forma de su lenguaje, y cada uno gritaba de manera diferente. Cuando el Creador y el Formador vieron que no era posible que hablaran, se dijeron entre sí : -- No ha sido posible que ellos digan nuestro nombre, el de nosotros, sus creadores y formadores. Esto no está bien -- ”.

“Entonces se les dijo : -- Seréis cambiados porque no se ha conseguido que habléis. Hemos cambiado de parecer…, porque no se ha podido lograr que nos adoréis ni nos invoquéis, haremos otros [seres] que sean obedientes. Vosotros aceptad vuestro destino: vuestras carnes serán trituradas. ”

Y los Creadores y los formadores probaron suerte de nuevo, se pusieron a meditar para crear seres que los adoraran. Y exclamaron “ ¡A probar otra vez! Ya se acercan el amanecer y la aurora; hagamos al que nos sustentará y alimentará! ¿Cómo haremos para ser invocados, para ser recordados sobre la tierra? Ya hemos probado con nuestras primeras obras, nuestras primeras criaturas; pero no se pudo lograr que fuésemos alabados y venerados por ellos. Probemos ahora a hacer unos seres obedientes, respetuosos, que nos sustenten y alimenten -- .”

Entonces formaron seres de barro, pero estos se deshacían, no tenían movimiento, ni fuerza. Hablaba, pero no tenía entendimiento. Se preguntaron los dioses formadores, los adivinos “¿Cómo haremos para perfeccionar, para que salgan bien nuestros adoradores, nuestros invocadores?.” Y decidieron una nueva reunión meditativa para encontrar medios por los cuales el hombre mortal que iban a crear los sostuviera y alimentara, los invocara y se acordara de ellos. Y echaron la suerte con sus granos de maíz y de tzité. Les desearon suerte y exclamaron “¡Juntaos, acoplaos! ¡Hablad, que os oigamos, decid, declarad si conviene que se junte la madera y que sea labrada por el Creador y el Formador, y si éste [el hombre de madera] es el que nos ha de sustentar y alimentar cuando aclare, cuando amanezca! Y al instante fueron hechos los muñecos labrados en madera. Se parecían al hombre, hablaban como el hombre y poblaron la superficie de la tierra.”

Así, se dice, que existieron y se multiplicaron; tuvieron hijos los muñecos de palo; pero no tenían alma, ni entendimiento, no se acordaban de su Creador, de su Formador; caminaban sin rumbo y andaban a gatas. Ya no se acordaban “del Corazón del Cielo y por eso cayeron en desgracia. Se dice que fue solamente un ensayo, un intento de hacer hombres. Hablaban al principio, pero su cara estaba enjuta…. Por esta razón ya no pensaban en el Creador ni en el Formador, en los que les daban el ser y cuidaban de ellos. Estos fueron los primeros hombres que en gran número existieron sobre la faz de la tierra. fueron aniquilados, destruidos y deshechos los muñecos de palo, recibieron la muerte. Una inundación fue producida por el Corazón del Cielo. De Tzite se hizo la carne del Hombre.”

Su destrucción fue el castigo “ Y se dice que la descendencia de aquellos son los monos que existen ahora en los bosques; éstos son la muestra de aquellos, porque sólo de palo fue hecha su carne por el Creador y el Formador. Y por esta razón el mono se parece al hombre, no posee un lenguaje articulado, solo emite chillidos.”

Pero hubo un nuevo intento de formación del hombre. Y dijeron los Progenitores, los Creadores y Formadores, que se llaman Tepeu y Gucumatz: "Ha llegado el tiempo del amanecer, de que se termine la obra y que aparezcan los que nos han de sustentar y nutrir, los hijos esclarecidos, los vasallos civilizados; que aparezca el hombre, la humanidad, sobre la superficie de la tierra."
Luego “se juntaron, y celebraron consejo en la oscuridad y en la noche; buscaron y discutieron, reflexionaron y pensaron. De esta manera salieron a luz claramente sus decisiones y encontraron y descubrieron lo que debía entrar la carne del hombre.”
“De Paxil, de Cayalá, así llamados, vinieron las mazorcas amarillas y las mazorcas blancas. Estos son los nombres de los animales que trajeron la comida: Yac Yac [el gato de monte] Utiú [el coyote], una cotorra, vulgarmente llamada chocoyo] y Hoh [eh cuervo]. Estos cuatro animales les dieron la noticia de las mazorcas amarillas y las mazorcas blancas, les dijeron que fueran a Paxil y les enseñaron el camino. Y así encontraron la comida y ésta fue la que entró en la carne del hombre creado, del hombre formado; ésta fue su sangre, de ésta se hizo, la sangre del hombre. Así entró el maíz [en la formación del hombre] por obra de los Progenitores”.

Y de esta manera “se llenaron de alegría, porque habían descubierto una hermosa tierra, llena de deleites, abundante en mazorcas amarillas y mazorcas blancas y abundante también en pataxte y cacao, y en innumerables zapotes, anonas, jocotes, nances, matasanos y miel. Abundancia de sabrosos alimentos había en aquel pueblo llamado de Paxil y Cayalá.”

Por ahora, estimados lectores, solo vamos a señalar comentarios muy generales, los cuales serán ampliados en la siguiente colaboración.

Observamos que las tradiciones Mayas guardan significativas conexiones con otras cosmovisiones, como la Hindú.

Que sus tradiciones tienen aspectos de carácter universal.

En otros casos, su cosmovisión guarda caracteres muy particulares, por ejemplo, en lo relativo a la formación del hombre.



En Tapacolmes, Chihuahua, a 8 de agosto del 2008 (5122 de la cuenta Maya)
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Seguimos caminando por los senderos colectivos de nuestra memoria.

1 comentario:

Fabiola Pezoa dijo...

Muy interesantes y completos tus posteos, estare al tanto de las novedades que subas, todo lo que tiene relacion con los mayas es muy interesante.

Saludos!