miércoles, 6 de agosto de 2008

Pancho Villa ........ Vivo Sigue ¡



Por Adolfo Carrillo Aguirre


Aunque lo acribillen, aunque lo maten, Pancho Villa, siempre renacido vivirá.

Y por haberse atrevido a vencer el miedo, cabalgando en las esperanzas; ese Centauro, por sufrimiento propio y compartido con “los de abajo”, alcanzó la inmortalidad.

Más aún, si en el norte de México, esos sus “muchachitos” nunca cesan de cabalgar en su memoria: en cada mes de julio de todos los años del porvenir. Y más aún; si es recordado cuando renacen las silvestres flores del desierto Chihuahuense.

Villa, renace cada año en el mes de julio, cuando el campo vuelve a la vida con humedades del cielo norteño.

Y mientras recuerden ese su cobarde asesinato. Villa cabalgará.

Villa seguirá naciendo para pelear batallas por la nación.

Él, como pocos, tenía muy claro que la injusticia era nefasta para el progreso del pueblo. Como no iba a saberlo, si lo había sentido en carne viva.

Villa era analfabeta, si: pero, como pocos en su tiempo, era un lucido lector de las necesidades de los jodidos, para elevarlos de su precaria condición.

Entendía muy bien, que la falta de instrucción reproducía la injusticia para con los ignorantes.

A Villa, paradójicamente, mientras más lo insultan por “abigeo, bandolero y asesino”, más se afianza en el horizonte memorioso de la patria.

No esta de mas decirlo que Villa y Zapata, siguen cabalgan juntos en el cielo mexicano, y van sembrando futuras luchas por alcanzar el sueño de una patria única, la de la América Latina.

A Villa lo mandaron matar y aún así, no esta muerto del todo; cabalgando sigue, peleando batallas por la dignidad y el honor, para que reconozcan en “Los de abajo”, su naturaleza de seres humanos.

Por esa lucha digna conquisto el derecho de ser invocado cuando se necesitan sueños protectores de la patria.

Villa vive en la memoria colectiva, aunque le maten mil veces multiplicadas.

Por sus feroces sueños de reivindicación, Villa estará por siempre en los venturosos sueños del alma nacional.


En Chihuahua, Chih., a 28 de julio del 2008